Carrera musical
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A los 18 años, Julio alquiló una habitación para vivir con una chica
llamada Irene. Con ella tuvo a su primer hijo, que murió a los ocho
meses.
En esa época trabajó como aprendiz en Zapatería Arteaga, aunque
insistió en seguir una carrera musical, sin resultado positivo hasta ese
momento.
En sus inicios bohemios, solía frecuentar La Lagartera, una esquina donde los músicos ofrecen serenatas por un valor acordado
con el cliente. Con el tiempo, los músicos aceptaron su presencia y
dejaron que los acompañara con la guitarra y en ciertas ocasiones le
permitieron que cantara. Su primera presentación la realizó en Radio
Cóndor, donde tuvo la oportunidad de conocer a Rosalino Quintero, con quien forjaría una amistad y más tarde sería su arreglista, guitarrista y requinto.
Posteriormente intervino en Radio América y cuando salía de la
emisora solía frecuentar El Cajón, un bar frecuentado por gente del
medio artísitico.
En radio El Triunfo conoció a Julio Morante,
quien le presentó a Odalina Sánchez de quien se enamoró y con la que se
fue a vivir al departamento de Morante. Julio rompió con Irene, quien
se fue a vivir con la madre de Julio. Odalina le dio un hijo llamado
Francisco, nacido el 9 de marzo de 1955, pero Julio dio la primera gran
sorpresa de su vida al casarse, dos meses después del nacimiento de su
hijo y sin haber cumplido los 20 años, con María Eudocia Rivera, una
chica que cantaba y que conoció en una emisora y que tenía cuatro meses
de embarazo. Aún casado siguió con Odalina y tuvo dos hijos más con ella
y una hija de nacionalidad peruana con la cantante peruana Anamelba.
Se cree que en 1952 Julio grabó la marcha Nuestro líder para el político Carlos Guevara, del cual se imprimieron 12 acetatos. Esa experiencia lo motivó para buscar a la cantante Fresia Saavedra para proponerle que cantaran juntos. Impresionada por la determinación de Jaramillo, aceptó grabar con él en 1955 el yaraví Mi madre querida y el pasillo Mi corazón, acompañados por Rosalino Quintero en la guitarra. Aunque el disco no tuvo éxito, grabó con su maestro Carlos Rubira Infante el pasillo Esposa.
Pero fue un vals peruano, titulado Fatalidad (música de Laureano Martínez Smart y letra de Juan Sixto Prieto), que ya había grabado Olimpo Cárdenas exitosamente con discos Victoria en Medellín, el que lo catapultó a la fama en marzo de 1956. En vez usar la guitarra, Rosalino Quintero utilizó el requinto, y le dieron un ritmo entre vals peruano
y pasillo ecuatoriano. Desde el primer día que salió al mercado fue un
éxito, y en una semana se vendieron 6 mil copias y tuvieron que
reimprimirlo.
El éxito fue tan arrollador que, al finalizar 1956, Julio ya había grabado una docena de discos para el sello Ónix. Te odio y te quiero, Hojas muertas, Elsa y Carnaval de la vida
fueron las más populares. La versatilidad en la voz de Jaramillo le
llevaron a interpretar exitosamente temas en ritmos tan variados como
bolero, tropical, tango, vals, pasillo, joropo e incluso rock and roll. Su consagración internacional llegó con el pasillo Nuestro juramento (1957), inédita del puertorriqueño Benito de Jesús. Con esa canción, Jaramillo se embarcó en varias giras por América Latina. Los primeros países en los que el intérprete consagró su fama fueron Colombia, Perú, Argentina, Uruguay, Chile y otros. En 1959 Julio debutó en televisión en un programa especial de Telecuador, que además contó con la presencia de la cantante Blanquita Amaro. Ese mismo año debutó en el cine, junto a Antonio Santos, en el drama Mala mujer.
Después de cumplir con el servicio militar, siguió con su carrera y
con el mundo bohemio. Participó en la película ‘Romance en Ecuador’ y en
otras tres rodadas en Argentina, Chile y México. En 1965 se radicó en Venezuela, desde donde realizó giras triunfales por México, Puerto Rico y otros países.
Durante su carrera, Jaramillo hizo varios duetos en estudio. Un de ellos fue con Daniel Santos, ‘El Jefe’; el rocolero Alci Acosta y Olimpo Cárdenas. Al poco tiempo de recibir una remesa de discos en México, la disquera Peerless
se interesó por Julio, que casi de inmediato se embarcó en varias giras
por América Latina. En los intervalos de sus viajes Julio cantó en los
cines de Guayaquil,
pues era costumbre que un artista se presentara antes de una película.
Fue tal el éxito que inicialmente cantaba los sábados y domingos, y
tuvieron que extenderle el contrato para que cantara toda la semana dos
veces por día. A su paso por América Central,
durante su gira musical, se casó por lo civil en El Salvador con
Coralia Valle. El matrimonio se transmitió por televisión en dicho país,
aunque años después fue anulado debido a que el cantante estaba casado
en el Ecuador con otra mujer. Cabe aclarar que el primero y único
matrimonio legal (civil y eclesiástico) de Julio Jaramillo ocurrió en Guayaquil,
siendo su primera esposa María Rivera, de la que no se divorciaría
hasta el mes de junio de 1976, casándose luego con la mujer que lo
acompañó durante los últimos 16 años de su vida, Nancy Arroyo, nacida en
el Ecuador, de padre ecuatoriano y madre colombiana, ambos artistas de
circo, que se radicaron en Venezuela. Muchos biógrafos sostienen que «El
Ruiseñor de América» tuvo más de 30 hijos en diferentes relaciones
sentimentales.
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